sábado, 27 de junio de 2015

VIAJE A PUNTA RASA: Puerto de San Clemente


Siempre es un paseo obligado darme una vuelta por el puerto de San Clemente. Al llegar veo que la marea está baja, las pequeñas lanchas de pesca están encalladas en el lodo. Recorro el breve muelle. En la rambla un grupo de casi veinte motociclistas hablan, gesticulan y ríen sin parar.
Llego al final del puerto, no son más de dos cuadras. Le tomo fotos a un barco abandonado donde artistas desconocidos para mí trataron de darle un nuevo sentido a su oxidada estructura.  








Más allá, en las aguas someras, un grupo de flamencos descansa. Continúo, veo un tero real y becasas con plumaje nupcial. Varias gaviotas juveniles descansan agrupadas







Un grupo de caballos me pasa muy cerca al galope por ese campo. Entro a un pequeño astillero, donde pintan y reparan algunos barquitos. A lo lejos, al lado de un charquito, veo un sobrepuesto. Es un pájaro muy lindo, aprovecho para tirarme al suelo y fotografiarlo.



Vuelvo sobre mis pasos e increíblemente la marea ya subió y los barquitos se florean exultantes meciéndose en el agua bajo el sol del mediodía.




Siempre que pase por San Clemente volveré a darme una vuelta por este puerto. Me parece increíble que haya sido el sitio de una fría despedida. Le doy una última mirada a la belleza de su ría, a la lejanía que se pierde tras el pastizal, a sus flamencos y gaviotas y acudo al llamado de Osvaldo que me avisa algo impostergable: se habían dispuesto en el restorancito Puerto Rico y ya estaban pidiendo las lisas y las corvinas.


Como despedida, esta foto con Lu y Walter, queridos amigos y compañeros de tantos viajes. Y junto a Xolmis quién nos acompañó en esta linda salida regalándonos toda su ternura. 


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