Expongo aquí un trabajo fotográfico en un lugar de Buenos Aires poco frecuentado. En estos tiempos el vínculo con los difuntos ha cambiado. Estamos en una época de parques memoriales con jardines donde las tumbas se confunden con la hierba, donde las cremaciones facilitan la disposición de los muertos y el olvido.
El imponente cementerio de la Chacarita se levanta como una ciudad casi arqueológica, con obras arquitectónicas únicas. A cada paso se recuerda una época que ya quedó atrás, un tiempo en el que se buscaba venerar a los difuntos con monumentales bóvedas, con placas de bronce, cruces, estatuas y lápidas de fino mármol. Hoy tal vez consideramos que el mejor homenaje a nuestros antepasados son nuestras buenas acciones, y que ellos viven en nuestro pensamiento, y en esas viejas fotografías que nos empeñamos en guardar.
El imponente cementerio de la Chacarita se levanta como una ciudad casi arqueológica, con obras arquitectónicas únicas. A cada paso se recuerda una época que ya quedó atrás, un tiempo en el que se buscaba venerar a los difuntos con monumentales bóvedas, con placas de bronce, cruces, estatuas y lápidas de fino mármol. Hoy tal vez consideramos que el mejor homenaje a nuestros antepasados son nuestras buenas acciones, y que ellos viven en nuestro pensamiento, y en esas viejas fotografías que nos empeñamos en guardar.
Debido a ese cambio de los tiempos este lugar es la gran ciudad olvidada de los muertos.
A diferencia de su competidor de la Recoleta, es un lugar hecho para el descanso de los inmigrantes, de los obreros, es el sitio donde yacen actores, políticos, músicos, docentes, poetas, sindicalistas. Si el otro es el lugar de las familias patricias, éste es el del pueblo trabajador y creador.
A diferencia de su competidor de la Recoleta, es un lugar hecho para el descanso de los inmigrantes, de los obreros, es el sitio donde yacen actores, políticos, músicos, docentes, poetas, sindicalistas. Si el otro es el lugar de las familias patricias, éste es el del pueblo trabajador y creador.
Por razones que no llego a entender, caminar por sus angostas calles de baldosas amarillas, siempre solitarias, produce una gran paz. Algo de ese sosiego perpetuo de los que allí están se transmite al visitante.
Lo primero que miré es el impactante pórtico de la entrada. Es obra del Arquitecto Buschiazzo. Sobre él se representa el momento del juicio final. Los cuerpos se disponen, suplicantes, mirando hacia el supremo que aparece rodeado de ángeles y abre sus brazos juzgando pero a la vez recibiendo con cariño a esos hombres que piden, que imploran el perdón y la paz eterna
Sobre esa representación un ángel de formidable tamaño nos observa desde lejos. Al ir llegando al
cementerio vemos su poderosa figura. Nos señala con el dedo recordándonos lo inevitable, lo único seguro
El comienzo de la recorrida es por el sector de bóvedas. Los mármoles reflejan las cruces que en los días de cielo claro se dibujan solemnes contra el azul.
Calles desiertas, solitarias, ausencia total de luminarias, hojas que caen de los árboles, amarillentas como las baldosas.
Ya no viene nadie aquí. La piedra trabajosamente pulida toma mil formas y se une con el metal.
Sobre el hierro la marca del tiempo. La mayoría de las bóvedas de este cementerio están en estado de abandono.
La última flor
Bellos ornamentos reflejan un pasado de esplendor
Las flores de plástico han reemplazado a las naturales
Estas otras,
El abandono es una de las imágenes corrientes que nos recuerdan una época que ya pasó. Ya no se pierde tiempo y dinero en mantener los mausoleos de los antepasados.
Dentro de la necrópolis hay edificios increíbles como el de la Asociación de Socorros Mutuos de España, diseñado por el Arq. Christophersen
Allí los asociados tenían un lugar preparado para darles sepultura
Es un edificio de esmerada ornamentación y que se destaca inmediatamente.
Calles del cementerio
Ciudad de ángeles
El beso de la muerte
El sector de galerías de nichos, que está bajo un parque abierto.
Tumba de Gardel
Tumba de Jorge Newbery
Los gatos deben encontrar este lugar silencioso y abandonado verdaderamente encantador. Hasta toman sol en las puertas de las bóvedas.
Panteon de la Policía Federal
En el cementerio hay una réplica de La Piedad de Miguel Angel
Placas
Visitantes
Bandadita de Ñanday !!!